El Desarrollo Humano sostenible Local, una opción a la vida


El Desarrollo Humano sostenible Local, una opción a la vida
Lcdo. Leonardo Alfredo Montilla

La estrategia del Desarrollo Humano sostenible local pretende combatir la pobreza y elevar el desarrollo humano en nuestros países. Este concepto  se entiende  como la lucha popular de ampliar la gama de opciones de las personas, brindándoles mayores oportunidades de educación, atención medica, empleo e ingresos, abarcando el espectro total de las opciones humanas, desde un entorno físico en buenas condiciones. Tomando muy en cuenta las libertades públicas, políticas y la vigencia de los Derechos Humanos. La ecuación  Desarrollo Humano, calidad de vida, tiene en la democracia, en el respeto a las garantías constitucionales como contrato de convivencia social y en la libertad económica su punto de partida absoluto. La opción a la vida siempre es en democracia.
En los diferentes informes anuales del PNUD, desde 1968 hasta hoy se orienta a tratar el tema de la superación de pobreza, como  la necesidad de adoptar una concepción integral sobre este proceso socioeconómico que vive la mayoría de los pueblos latinoamericanos, tomando en consideración estas premisas políticas que nos hablan de vivir en democracia y tolerancia para poder conquistar caminos para elevar la calidad de vida y el encuentro social.
Desde la perspectiva del concepto de Desarrollo Humano sostenible  Local, la pobreza no es solamente la falta de ingreso, ni un estado, es un proceso de mayores complejidades que abarca relaciones en lo social, en lo político y en lo económico, igualmente los pobres no son vistos, en este concepto, como  victimas pasivas, sino protagonistas en la búsqueda de la superación de dicho proceso.
En nuestro país el tema del desarrollo regional y local adquirió una mayor importancia a raíz de las reformas acerca de la Descentralización iniciadas en 1989. El PNUD inició en 1999 la validación de una estrategia para el Desarrollo Humano Sostenible Local (DHSL) que se extendió por cuatro años a 22 municipios de Venezuela. Esta estrategia dio como resultado la producción de un conjunto de orientaciones conceptuales y de herramientas metodológicas dirigidas a facilitar la puesta en marcha del DHSL.
La estrategia del Desarrollo Humano sostenible Local constituye una forma sistemática de intervenir en las comunidades pobres ampliando las oportunidades de las personas mediante la capacitación y la organización para el desarrollo local, fomentando simultáneamente la concertación de los diversos agentes de desarrollo para el aprovechamiento de las fortalezas de las condiciones sociales, culturales, económicas, ambientales y políticas de los territorios federales.
La visión centralizadora del actual gobierno obstaculizo estos planes y proyectos que colocaban el DHSL como una opción de vida. Violentando el avance armonioso sociedad, comunidad, ambiente, regiones.
Este concepto de desarrollo local, que brinda al municipio, a la comunidad avanzar en la superación de los dramas sociales, también coloca las luces para el encuentro con la naturaleza, con los valores naturales de nuestros pueblos, de sus costumbres y de sus recursos naturales, con sus campos y con la espiritualidad que brinda el medio ambiente propio y local. El centralismo impide esta vertiente. En Venezuela la lucha por construir una visión compartida del Desarrollo Humano, pasa por fortalecer la democracia desde la perspectiva de lo local, venciendo los rasgos autocráticos que se pretender imponer bajo el discurso de justicia social de un Estado que esconde un sistema de exclusión e intolerancia superado ya por la humanidad.
En las Jornadas de Desarrollo Humano Sustentable, AUSPICIADA POR LA Universidad Valle del Momboy -2003, leemos en la ponencia de Michael Lingental de la fundación  Konrad Adenauer...”En el curso de la Historia moderna del Estado y la democracia, han fracaso al menos dos veces, dos corrientes ideológicas, que han aportado más desgracias que beneficios, el comunismo y el nacionalsocialismo ambos han intentado sustituir los valores humanos y democráticos con un nuevo ordenamiento de valores y un nuevo modelo social. El destino final de estas ideologías fue el fracaso moral y practico to0tal, el derrumbe de esas sociedades, que se olvidaron de la natural vinculación del hombre con la libertad y con la naturaleza...”
El centralismo como comportamiento político aunado a populismos de izquierda y de derecha en los pueblos latinoamericanos es lo que impide el encuentro de las visiones compartidas, en el caso Venezuela, esta visión será superada por las fuerzas creadoras del pueblo que buscan un encuentro verdadero y un camino.

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