Articulo de Leo Montilla


EL MUSEO DE LA TRUJILLANIDAD 
                                                                           Leonardo Alfredo Montilla*

“Hay que educar para quedarse en Trujillo, que es un lugar en el mundo para ser universal” 
Dr. Jesús Enrique Zuleta

La Universidad Valle el Momboy nos coloca nuevamente frente a uno de los tantos espacios de fraternidad, encuentro e historia local, nacidos al calor de los muchos aportes que esta institución ha entregado a los trujillanos.
El Museo de la Trujillanidad, inaugurado en el marco del Congreso anual que lleva este mismo nombre, expresado en esta ocasión como “ Trujillo en dos tiempos”, viene a recoger las múltiples historias que plasmadas en libros, obras, pensares y vidas han hecho de nuestro Estado Trujillo un gigante que aun dormido, posee enormes virtudes, caminos y nostalgias.
La UVM a través de estos tiempos de largos andares, los cuales se han manifestado en la fe de lo posible, que nos muestra día a día lo que somos capaces de hacer cuando colocamos las ideas al servicio de la innovación, de la realidad regional y del colectivo en general, hace  esfuerzos en consolidar un espíritu  de integración que tenga en nuestras raíces de pueblo, nuestros paisajes, poblados, historias, personajes, comidas y vivencias, un sentimiento de pertenencia que no tiene otro objetivo que el de hacer realidad un verdadero Desarrollo Humano con amplio sentido de lo local. El Rector Francisco Gonzales  decía en la Inauguración del IV congreso sobre Trujillanidad realizado en nuestro hoy asaltado Centro de historia en la ciudad de Trujillo...”El Proyecto de la Trujillanidad que adelanta la Universidad Valle del Momboy y del cual forman parte los congresos de la Trujillanidad, busca indagar en lo que identifica a los trujillanos, en sus fortalezas y en sus debilidades, con el fin de contar con referencias sobre las cuales poder trabajar en la construcción de un futuro posible..”
El Dr. Jesús Enrique Zuleta, gran amigo y profesor de la ULA, de esos amigos de andares tumultuosos en la política y en la academia, abrió este espacio señalando la importancia de los trujillanos, de todos, sobre todo de los que se quedaron, de los que volvieron para bien, (hay unos que volvieron para otra cosa) de los eternos fundadores de Trujillo, del Trujillo para pensar, para vivir, del Trujillo que todos queremos.
Ahí está entonces la sala Museo de la Trujillanidad y la Biblioteca  Don Francisco Omar Araujo, ilustre Trujillano de siglo XX, ahí está un espacio para pensar en Trujillo, en esta tierra noble y generosa, cuna de santos, sabios y algunos muérganos como dijo alguien un día, pero que también son validos en el transitar diario. Un espacio donde el Trujillo posible y su desarrollo Humano nos esperan para aportar con tolerancia y en democracia, el compromiso es total.
                                                                                                                             *Politólogo

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