Miguel Gutierrez Mejia. A PILAR ROMERO

A PILAR ROMERO
PERDÓNAME..
                          Miguel Gutiérrez Mejía

                Escribir sobre una persona cercana a uno no es una tarea sencilla, por el grado de subjetividad que siempre está presente. En mi caso particular escribir sobre Pilar Romero, como esposo de ella que fui hace unos cuantos años, es doblemente complejo. Estas sencillas letras las escribo como ciudadano valerano, común y corriente, y se las quiero dedicar a una mujer de las más inteligentes y cultas que he conocido, a una trujillana ejemplar, brillante en su formación académica, extraordinaria actriz de cine y de teatro, creadora de telenovelas muy famosas y por sobre todo; una mujer con un sentido de la ética y la moral muy profundo.
            La primera vez que conocí a Pilar venía acompañando al entonces candidato en campaña presidencial Teodoro Petkoff en un mitin que se celebró en la avenida Bolívar de Valera. Eso fue por el año 83. Pilar se reencontraba con su gente, en su ciudad amada luego de estar en Caracas brillando como primera actriz del grupo Rajatabla, donde  consiguió el reconocimiento como Premio Nacional de Teatro. Igualmente triunfó en la televisión junto a Orlando Urdaneta con el programa “Viva la Juventud”. Incursionó en el cine en diversas películas del reconocido  director Roman Chalbaud, quien era el padrino de su único hijo César Román Bolívar Romero, el cual tuvo con el otro famoso del cine César Bolívar. La cúspide de su fama llegó  con una novela de su autoría, protagonizada por Caridad Canelón y Orlando Urdaneta; “Elizabeth” de la cual se hizo una versión hace poco tiempo llamada “Mi prima Ciela” protagonizada por la muy recordada y trágicamente fallecida actriz  Mónica Spear.
            Ese reencuentro de Pilar con su pueblo de Valera le movió sus fibras de constructora de sueños y decidió quedarse a vivir en nuestra ciudad para emprender una obra que todavía hoy perdura: el “Teatro Nacional Juvenil Núcleo Valera”, lo que llamamos TNJ.  Asíi mismo formó un grupo de teatro en la Universidad Rafael Urdaneta, extensión Valera, hoy Universidad Valle del Momboy. Con el maestro José Antonio Abreu, ministro de la Cultura del gobierno de Carlos Andrés Pérez y con el gobernador de ese entonces Méndez Quijada, se adquirió dos inmuebles que hoy prestan un enorme apoyo cultural a la ciudadanía: la sede del TNJ, (diagonal al BOD las Acacias) y el antiguo Teatro Valera, hoy Teatro “Ana Enriqueta Terán”. Pilar revolucionó las artes escénicas no sólo en Trujillo, con su grupo de teatro viaja al exterior llevando una obra llamada “Con la mano izquierda” llegando a ir hasta Egipto con este grupo de teatro de muchachos y muchachas valeranos.
            Pilar regresó unos años después a Caracas y se convirtió en la directora del Instituto Universitario de Teatro, (IUDET), de donde salió jubilada. Siguió escribiendo algunos guiones para la televisión, pero sobre todo siguió haciendo lo que más le gustaba: leer. Pilar era una devoradora de libros, la lectura la apasionaba. Pasados los años, su hijo César se convirtió en actor y cantante pero la salud de Pilar comenzó a deteriorarse rápidamente. Hoy, esa mujer que era una hormiga trabajando, que era un volcán en todos los proyectos que iniciaba y concretaba está muy enferma, en total minusvalía. Desde hace varios años, padece una enfermedad degenerativa y autoinmune llamada “vasculitis” que ha venido acabando con sus capacidades. Perdió la audición en su oído izquierdo. Perdió la visión por completo por una lesión irreparable en el nervio óptico. Perdió la capacidad de caminar por una degeneración muscular en sus extremidades inferiores y caderas. Su vejiga no funciona adecuadamente haciéndola propensa a constantes infecciones y además, es alérgica a los antibióticos. Hace pocos meses, como consecuencia de una “sepsis de punto” de origen urinario, tuvo un accidente cerebro vascular (ACV) y un paro respiratorio. Estuvo 7 días en terapia intensiva y 11 días en hospitalización general. Todavía está en proceso de controlar los focos de infección que quedan en su organismo. Debe permanecer constantemente con una sonda urinaria. El ACV la dejó propensa a convulsiones, con dificultades para hablar y con su lucidez afectada. Luego de este episodio, sus cuidados fuera de la clínica deben estar a cargo de enfermeras y paramédicos capacitados por su delicado estado de salud y sobre todo es un ambiente de carencias económicas terribles.
            Hoy quiero pedirte perdón por no haber sido solidario contigo. Quiero pedirte perdón en nombre del pueblo de Valera que se ha portado malagradecido contigo. Quiero pedirte perdón por no haber insistido lo suficiente con el Alcalde y el Director General de la Alcaldía para que reconocieran tu labor en el marco de los 195 años de nuestra ciudad. Perdóname por no haber insistido lo suficiente con el Concejal Jairo Bastidas, Canciller de la Orden Ciudad de Valera, para que tu nombre fuera considerado para ese reconocimiento. Quiero pedirte perdón por no haberme empeñado más en convocar a tus amigas de siempre: Marlene, Ana Graciela, Oleida; por nombrar sólo tres, para recabar fondos y ayudarte económicamente. Quiero pedirte perdón en nombre de las personas que dirigen hoy el TNJ (especialmente “el abuelo”) por no haber hecho lo posible para que se te rindiera un homenaje en esas instalaciones, donde por cierto hay una foto bellísima tuya en la entrada. En fin Pilar, quiero pedirte perdón por no haber insistido con César Román, tu único hijo y al cual yo consideré como mío, por no haber seguido llamándolo insistentemente para saber de ti y estudiar la posibilidad de su presencia en Valera para recabar fondos y ayudarte en estos momentos amargos.
            La ciudad de Valera, mi querida Pilar Romero; ha sido injusta y desagradecida contigo, ojalá logres superar los problemas de salud que han afectado tu cuerpo y tu espíritu indomable; y espero que podamos todos los valeranos, su gente y sus instituciones públicas y privadas darte una mano solidaria, amiga, de corazón.
Finalmente, aprovecho la ocasión para que todo aquel que desee solidarizarse con esta noble mujer, que dio tanto por Valera, pueda ayudar en esta causa realizando su aporte a través de la Cuenta de Ahorro Banesco 01340046610462098368 de María del Pilar Romero C.I. 3.751.858.
Miguel Gutiérrez Mejía


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