Venezuela contra la constituyente fascista

Por: Leonardo Montilla
El mundo observa a plenitud los acontecimientos que políticamente buscan resolver la espantosa crisis humanitaria que padecemos los venezolanos por culpa de un modelo fracasado de gestión denominado socialismo del siglo 21, cuyo mayor logro es haber sumergido la república en la decadencia absoluta.
La política es la ciencia y el arte de lo posible, “es la búsqueda de los modos de hacer posible aquello que es necesario”; en este sentido el país entero, incluyendo gente afecta al gobierno ha reaccionado con estupor y rechazo a otra vulgar operación de piratería política del gobierno nacional con el llamado a la constituyente sectorial, fraudulenta y anticonstitucional.
La patria en términos generales está consciente de la urgencia de salir del actual gobierno, la incapacidad manifiesta para abordar la crisis humanitaria es la causa fundamental del rechazo popular. Su accionar como siempre lo han hecho es desde la violencia, el abuso, la amenaza y la violación a la Constitución. Precisamente ahí en la violación a la norma fundamental de convivencia y acuerdo social es donde llegamos al punto de quiebre o elemento culminante de una crisis terminal de este modelo político que un día implementó Hugo Chávez y que ha constituido el peor fracaso social, político y económico que la república ha vivido.
Desde la visión que nos brinda el Derecho Constitucional no tiene para ningún lado pertinencia alguna este planteamiento que lo único que hace es corroborar la pretendida hegemonía que el madurismo quiere imponer para perpetrarse en el poder sin ningún tipo de apoyo popular. El gobierno nacional está cada vez mas solo en esa intención autocrática y en esa visión radical de cambiar el modo de vida de los venezolanos para llevarnos a un régimen donde las garantías constitucionales y los derechos humanos, políticos y civiles así como la composición de un Estado Federal, descentralizado y democrático desaparezca de un todo.
Este cuadro amerita la grandeza con la que viene actuando la unidad democrática, el liderazgo nacional se coloca al lado de todas las posibilidades existentes para darle sustancia a la política que ha resultado exitosa en el despertar de la conciencia de las grandes mayorías nacionales y de la comunidad internacional, el rechazo a ese fraude gubernamental es en este momento el sentimiento generalizado de todo el país y del mundo a través de sus distintas instancias.
Las fuerzas políticas populares, estén donde estén ubicadas, así como los demás componentes de la sociedad democrática venezolana, hacen esfuerzos por romper la visión violenta que maneja el gobierno. El encuentro entre todos los ciudadanos y su participación cada vez más activa en los procesos de cambio es un importante elemento que tiene esta política pacifista, civilista y apegada a derecho. El rescate de la Constitución es el objetivo supremo en este momento. La crisis económica, los padecimientos que esta genera, aunado ahora a esta pretensión fascista y autocrática de la élite militar cívico, han generado una realidad cuyos resultados es impredecible al calor de la represión desatada por la autocracia oficialista. Esta izquierda borbónica como la llamó Teodoro Petkoff, además de fracasada es asesina de juventud, de sueños y esperanzas.
Venezuela en la calle, Venezuela no se rinde, la República no se entregará a quienes en mala hora traicionaron la patria en función de sus privilegios. Este gobierno debe irse, los venezolanos así lo exigimos.
La vida es nuestro derecho fundamental inherente a la naturaleza propia del ser, la vida de la patria vale todo esfuerzo en paz, para rescatar la democracia y la Constitución.
@LeoMontilla

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