Informe sobre movilidad humana venezolana

Informe sobre la movilidad humana venezolana. Realidades y perspectivas de quienes emigran (9 de abril al 6 de mayo de 2018)

  

Compartimos con ustedes esta investigación en la que el Servicio Jesuita a Refugiados- Venezuela hizo parte junto con otras entidades.  Agradecemos su lectura y difusión.

Introducción

La movilidad humana según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), es la «movilización de personas de un lugar a otro en ejercicio de su derecho a la libre circulación (...) es un proceso complejo y motivado por diversas razones (voluntarias o forzadas)» (OIM, 2012, p.17). En el caso venezolano la emigración ha tomado dimensiones preocupantes. La búsqueda de oportunidades y mejores condiciones de vida están impulsando a los venezolanos a migrar a otros países del continente y de Europa. En el país estamos observando un fenómeno de movilidad humana en el cual se distinguen las siguientes caracterizaciones: es un proceso complejo, porque las razones para emigrar emergen entre dos vías: voluntarias o forzadas, y la temporabilidad va desde lo pendular, es decir, ir y venir a los países fronterizos (especialmente Colombia) hasta la decisión definitiva de marcharse del país por un largo período.
De los puntos fronterizos colombo-venezolanos que corren a lo largo de los estados Zulia, Táchira, Apure y Amazonas el más transitado y movido es el de San Antonio del Táchira, colindante con el Departamento Norte de Santander (Colombia), cuya capital es la ciudad de Cúcuta. Los motivos para cruzar la zona limítrofe son variados, y van desde la compra de insumos en general (comida, medicinas, repuestos) hasta la migración a otro país. Es importante mencionar que no todos los que cruzan un puesto fronterizo son emigrantes. De allí la necesidad de clasificar adecuadamente en las investigaciones sobre la migración venezolana: quiénes son las personas que deciden migrar a otro país, porque de ese modo se pueden determinar el tipo de protección que requieran, en este caso, los venezolanos/as que han ido a otros países, como también ajustar futuras recomendaciones que culminen en políticas públicas.
Del novedoso proceso de la emigración venezolana pudiéramos hacernos variadas preguntas: ¿quiénes están emigrando y cuáles son los motivos?; ¿expectativas ante la partida a otro país? ¿la edad de los migrantes y su estatus académico? ¿quiénes quedan en Venezuela y en qué condiciones? Además, la migración deja al descubierto una serie de rupturas afectivas, socio-culturales, antropológicas, políticas y económicas que pueden constituirse y transformarse en un reto, especialmente porque ayuda a visualizar un nuevo horizonte en el país que atraiga a quienes han migrado. Quizás, un elemento a reflexionar de este inédito fenómeno migratorio es la salida de venezolanos altamente cualificados, lo cual nos deja en condiciones de vulnerabilidad y fragilidad ante los vertiginosos cambios sociales, tecnológicos y culturales gestados a nivel mundial.
No olvidemos que un país «vacío», es decir, con altos índices de migración, es un país frágil. Por lo tanto, necesitamos gestionar políticas públicas que permitan la vida digna en el país y de este modo comenzar la construcción de lo expuesto en el preámbulo de la carta magna nacional: «refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado», que «asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna»(Asamblea Nacional Constituyente, Constitución Nacional, preámbulo).
La investigación denominada «Informe sobre la movilidad humana venezolana. Realidades y perspectivas de quienes emigran (9 de abril al 6 de mayo de 2018)», describe las características del fenómeno migratorio de los venezolanos que cruzaron caminando el límite fronterizo entre San Antonio del Táchira (municipio Bolívar) o Ureña (municipio Pedro María Ureña) del estado Táchira (Venezuela), hacia el registro del control migratorio en la oficina de Migración Colombia, ubicada en La Parada, municipio Villa del Rosario, Norte de Santander (Colombia), desde el 9 de abril al 6 de mayo de 2018. Se refiere a los venezolanos que hacen una migración regular y manifiestan migrar para no regresar por ahora a Venezuela.
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En nuestra investigación se podrán observar: el perfil sociodemográfico del emigrante venezolano; un posible problema demográfico en Venezuela: envejecimiento de la población (estados venezolanos de procedencia); las decisiones previas para poder emigrar; las causas de la emigración venezolana (psicosociales, económicas, políticas); ¿hacia dónde ir y qué me espera? Desde la perspectiva del emigrante; las remesas como ayuda para quienes se quedan en el país y, por último, el posible retorno al país. La investigación culmina con una serie de recomendaciones que pueden responder asertivamente al creciente fenómeno de la emigración de los venezolanos.
De este proceso de la migración en Venezuela es importante destacar una lección continental: la migración es un fenómeno que nos atañe a todos y el mejor modo de salvar las vidas (protección internacional) de los venezolanos, y de otros miles de migrantes, es dando ejemplo de humanidad, solidaridad y de compasión. Nuestra investigación es un insumo que puede ofrecer elementos fundamentales para la discusión de cómo proteger a los migrantes respetándoles la dignidad y visibilizando sus rostros y sus voces. El reto, y la tarea, es en: cómo en las democracias se protege integralmente a los migrantes forzados.

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