CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Cien años de soledad

Por: Leonardo Montilla
Cincuenta años de la saga de los Buendía. Cien años de soledad, la obra cumbre de la literatura latinoamericana, cumple sus primeros cincuenta años de existencia en el imaginario mundial. Un texto cuyo hecho fundamental es el paso por las realidades de nuestros países en sus esplendores, sufrimientos y procesos.
Una obra que desde el realismo mágico de García Márquez, genialmente  se recorre cada creencia, cada misterio, cada idolatría, así como cualquier soledad de esas que se expresan en cada uno de nuestros pueblos donde los aconteceres van ligados a historias familiares, caudillos militares y amores de pasionales presencias y ausencias.
Es una inmensa crónica sobre los cien años de soledades en las relaciones entre la familia Buendía y el citado lugar Macondo, el cual, tras una larga cadena de pasiones desbordadas, revoluciones y calamidades, queda sepultado en medio del olvido y la soledad ante el empuje de un mundo mecánico y ajeno, llamado civilización y manejado por la tecnología.
La realidad real y la realidad irreal de “Cien años de soledad” hace que cada personaje de la novela sea parte del imaginario cotidiano; con una profunda connotación política y social, donde las costumbres se internan en los acontecimientos y en sus consecuencias, cien años de soledad es la manifestación literaria de mayor vigencia del boom literario latinoamericano; su dogma es la vida propia del ser de esta parte del mundo que no se cansa de ver cómo cambia todo a su alrededor…
Una observancia unitaria
Importante para todos los que de una u otra manera luchamos por rescatar la institucionalidad y defender la constitución, es ampliar los niveles de participación; la MUD, su liderazgo, sus activistas debemos hacer esfuerzo por encontrar más caminos a la participación popular. La humildad y el comprender que todos somos importantes y necesarios es el comienzo de la gran victoria popular.
Basta de represión
El desconocimiento a las competencias establecidas por la Constitución a los diferentes poderes públicos es una violación más a los derechos humanos y a las garantías constitucionales de los venezolanos. Una brutal escalada represiva, donde a la fecha nuestra juventud es la víctima principal, utilizando para eso la Guardia Nacional en un triste papel de represor de ciudadanos que lo único que exigen son derechos, el desconocimiento político del tribunal a un poder legítimamente constituido desde el poder originario es un intento más de pretender crear un Estado donde el imperio de los hombres se imponga sobre el imperio de la ley. Un Estado decadente cuya visión fracasada de una izquierda corrupta y militarista se imponga sobre la vida civilista que reza nuestra Carta Magna. Basta de represión. El poder constituido jamás estará por encima del poder constituyente. Sólo el soberano convoca una constituyente.
@LeoMontilla

Comentarios