Escritos y Opiniones. Diciembre 8 - 2016

Estamos mal pero vamos bien

Por: Leonardo Montilla
La famosa frase de Teodoro Petkoff para referirse a la crisis financiera que amenazaba el gobierno del ex presidente Calera por allá por el año 1997 “Estamos mal pero vamos bien” es válida en este momento donde las fuerzas democráticas del país hacen esfuerzos por conquistar lo que ha sido su propuesta fundamental, como lo es una salida pacífica, constitucional y electoral al caos imperante en el país producto del desgobierno de Nicolás Maduro y su élite militar.
No es fácil encontrar equilibrio en las estrategias que a bien el liderazgo nacional establecido en la MUD, genera para abordar los procesos de cambio. Nuestras fuerzas democráticas son eso esencialmente, democráticas, plurales y amplias desde el punto de vista del pensamiento, por lo tanto la diversidad de opiniones es válida, normal y necesaria.
A un año de la gran victoria popular que constituyó la recuperación del poder Legislativo mediante la participación y el instrumento del voto como elemento determinante, la oposición democrática venezolana continua su camino en función de derrotar al gobierno, quien luce cada vez más desnudo en su condición dictatorial, violador de la Constitución, así como incapaz de resolver los ingentes problemas de hambre que padece el pueblo en general.
La utilización del poder Judicial como elemento de accionar político partidista para evitar la consulta popular del referéndum revocatorio, más que beneficio lo que le dio al gobierno fue su total descrédito a instancias internacionales, la situación de Mercosur, tiene ahí su origen, al igual que en distintos foros y organizaciones de derecho internacional. Sectores del propio gobierno, asustados ante la pérdida de credibilidad política y moral en el ámbito mundial intentaron, sin éxito remediar tamaña equivocación, las divisiones internas los ahogan.
Los acuerdos no cumplidos por el gobierno ante la mesa de diálogo, motivo por el cual hace dos días se hizo la consulta por separado, ratificando los mismos, y además con la exigencia de su cumplimiento por parte del Vaticano tiene al gobierno contra la pared; pueden gritar, patear, chillar, maldecir, descalificar y aguajerear, pero la norma de libertad para los presos políticos, canal humanitario y cronograma electoral es la línea de la cual no pueden salirse. La  autoridad del Nuncio y a regañadientes la opinión de algunos de los mediadores, Samper por ejemplo, nómina del ejecutivo, es la realidad que los condena y que con pulso de relojero enaltece al liderazgo demócrata nacional, que a pesar de sus diferencias ha logrado una visión unitaria sobre estos temas.
Los venezolanos acudimos a una navidad en la peor crisis económica que jamás haya tenido la patria, la mega inflación consume los salarios y las incidencias decembrinas, la angustia es absoluta, la conciencia popular igual, todo el pueblo acusa al gobierno y al presidente, de la dantesca situación que padecemos, los salarios no alcanzan, los aguinaldos menos, los precios cambian día a día y la escases hace estragos la adquisición de los bienes. Mientras las élites oficialistas, militares y civiles disfrutan sus privilegios adquiridos en nombre del socialismo. Los amos bolivarianos del valle disfrutan mientras el pueblo sufre.
El fracaso de este modelo político no tiene parecido con algún desastre social anterior, los responsables tendrán que enfrentar el juicio de la historia y de la justicia. Lo mal que estamos es su responsabilidad. El país está mal, pero la salida pacífica, electoral y constitucional va bien.
@LeoMontilla
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