*Necesidad de libertad*
 Vivir en Venezuela es como estar secuestrado, la naturaleza te obliga a buscar entretenerte, a tratar de reír, fomenta la fe sea cual sea la cosa que creas, te hace reflexionar sobre ciertos comportamientos, te hace ver lo bueno en lo más insignificantemente sencillo, aprendes que no necesitas tanto, pero entiendes que en un mundo tan avanzado no es justo vivir con tan poco. Es una mezcla de sentimientos encontrados y sabes que lo más constante que tienes en la vida es extrañar, extrañas la gente que amas, extrañas los olores, extrañas los sabores, extrañas tus costumbres, extrañas reír sin llevar dolor en el cuerpo, porque hasta lo que duele, duele distinto, aprendes que los que no están cambiaron y sabes que te extrañan también pero tu estás secuestrado, ellos siguieron sus vidas y eso está bien, te alegras, pero también te duele.
 En Venezuela la mayoría ya no vivimos, sobrevivimos, nos alegramos por cosas como un jabón o por tener agua, o comida.
Muchos ven tan mal que la gente se alegre cuando les llega la caja del clap o les llega el bono pero es tal cual cuando el secuestrador decide que hoy no comes pan y agua solamente sino que le agrega mantequilla, no sabes por qué, pero te alegras y hasta lo agradeces.
En un secuestro te adaptas a lo que hay, buscas mantenerte vivo y que sea lo menos difícil posible, arreglas lo mejor que puedes tu espacio, tratas de conservar cosas que te dan seguridad y buscar siempre ese huequito en la pared por donde entra el aire y donde ves el sol, porque siempre, siempre, siempre la necesidad más importante va a ser la libertad...
*Mariu Orellana*
Valera: Octubre 2018🇻🇪🇻🇪🇻🇪

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