El Milagro
Escritos y opiniones
EL MILAGRO
(Al Prof. y amigo Pedro Frailan)
Leonardo
Montilla
Lo acontecido en tierras trujillanas
el pasado Domingo fue una demostración más de la grandeza y fervor religioso
que el pueblo venezolano siente desde los propios orígenes de sus
ansiedades. La fe en José Gregorio Hernández
desbordo todo calculo que en participación se había hecho y constituyo una de
las movilizaciones más espontaneas, grandes y convincentes que se haya
realizado en estas tierras de paz y encanto, cuna de santos y sabios.
La imponente figura espiritual y
solidaria del siervo de Dios, que hoy por hoy representa los más elevados
valores, principios católicos y civilistas de los venezolanos y particularmente
de los trujillanos convoco al país entero sin distinción alguna, superando
escollos así como dificultades, para presentarle al mundo entero, especialmente
al mundo eclesiástico la divina fe y el convencimiento absoluto que ha hecho de
José Gregorio Hernández el santo de la vida, el santo del pueblo, el santo de
la esperanza y la unión. La fe y devoción popular dada al Siervo de Dios hace mucho
en el tiempo y el espacio lo hizo el santo de los milagros, el apoyo del
necesitado, el clamor del enfermo y la convicción del satisfecho.
El Venerable gracias a Juan Pablo II
que lo decreto en 1986, el medico de los pobres, es en este momento de dificultades
y angustias, la fuente principal de fe y esperanza que los nacidos en esta
tierra de gracia, tenemos. Su presencia en cada uno de nosotros resume la
espiritualidad y vocación solidaria tan necesaria para los actuales tiempos. La
visión humanista que Venezuela amerita
tiene en la vida y obra del Dr. José Gregorio Hernández una estructura
de ejemplo y orientación. Sus enseñanzas son parte de lo que debemos reconocer
como ejemplo de vida y actuación. El José Gregorio santo, solidario y
humanista, el José Gregorio civil, que se condujo precisamente bajo la visión
civilista en la vida pública, es para el
Estado Trujillo y para el mundo católico y no católico, un camino que ofrece una ciudadanía
innovadora en espiritualidad y fe, que solvente nuestras diferencias y nos haga
más integrales, tolerantes y servidores.
Ese es el milagro del Dr. José
Gregorio Hernández, la demostración de unión y afecto que se vivió el Domingo y
días antes, a lo largo de la vía que conduce a Isnotu, donde con la debida
entrega y compromiso miles de compatriotas nos concentramos en esta bella
parroquia Rangeliana para celebrar los ciento cincuenta años de nuestro santo.
Cada ser humano presente se sintió hermano del
otro, amigo del de al lado. Una mano amiga se apretaba de otra que por
cansancio casi no llegaba, una sonrisa
del futuro indico siempre la emotiva gestión que en nombre de Dios
exigió, pidió y oro para que la Iglesia del mundo escuche la activa devoción al
médico de los pobres. Como dijo el querido sacerdote Walkeli Araujo en la
misa del sábado horas antes de la peregrinación ...” La Iglesia lo que va
a hacer es permitirnos a los católicos que el Dr. Hernández sea ejemplo a
seguir, que con sus enseñanzas, su vida solidaria, su esfuerzo y entrega a los
demás, su nobleza pura de alma y corazón, sea un modelo que debemos abrazar y compartir, porque por esa vida de entrega total a
los parámetros católicos el pueblo ya hizo santo a José Gregorio Hernández”.
@LeoMontilla
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