Democracia un camino contra las Hegemonias
Escritos y Opiniones
HEGEMONÍAS..
Leonardo Montilla
Democracia es según los clásicos el poder del
pueblo, para el pueblo, otorgado por el pueblo. En el avance de las nuevas
tendencias del pensamiento y del desarrollo humano, es imperioso reflexionar en
función de innovar un concepto de democracia cuyo contenido sea definitivamente
darle mayor felicidad, satisfacción y participación real al centro de toda
acción política que no es otro que el ser humano y su hábitat social, político
y económico.
Para los demócratas hoy día se
plantea el serio propósito de pasar de ser de una democracia de individuos a
una democracia de ciudadanos. El sistema político expresado en la norma
constitucional debe ser protagónico en todas las instancias de organización
social. La crisis que padecemos, catalogada como la peor de la república en su
historia, encontró en los abusos contra la democracia su principal origen.
“Democracia es una forma de
organización del poder que implica la existencia y buen funcionamiento del
Estado; tiene en el régimen electoral un
elemento fundamental de participación y decisión; implica el ejercicio de una
ciudadanía integral, absoluta que sea protagonista de sus propias
decisiones”(PNUD, 2014). La Democracia es una experiencia histórica particular
en la región, que debe ser entendida y valorada en su especificidad, tomando en
cuenta la realidad y la dinámica política local de cada país. Siempre
resguardando los derechos humanos, la constitucionalidad, la descentralización
y la libertad.
El punto fundamental en los tiempos
actuales nos lleva a considerar la democracia como escenario de búsqueda de un
nuevo modelo de ciudadanía, aquella ciudadanía que permita traspasar la barrera
de lo formal, para darle el papel fundamental de erigirse como dueña de su
propio destino, sobre bases plurales, solidarias de subsidiaridad y
reciprocidad. Hacer de la participación protagónica un hecho verdaderamente
colectivo y no un simple modismo de simbologías publicitarias como se hace
actualmente, donde los vivos del gobierno de Nicolás Maduro, herederos de la
visión autocrática de Hugo Chávez, han utilizado dicha simbología de
participación y protagonismo para
llevarnos a la peor situación política, económica y moral que como decíamos es
recuerde la historia republicana.
Los atropellos a la constitución
hacen de la actual gestión pública una permanente violación a los derechos
humanos; el fracaso del modelo del socialismo del siglo XXI y de la
pretenciosamente llamada revolución bolivariana ha colocado la democracia
venezolana en una situación de insatisfacción para con sus ciudadanos. La
ecuación Estado, gestión Pública, calidad de vida no existe en el criterio de
quienes nos gobiernan, cuyo único norte es atornillarse en el poder para su
disfrute particular. La existencia de la ANC es un golpe a la convivencia y a
la búsqueda de opciones plurales para superar los malos tiempos.
Unido a esto una oposición errática,
sin criterio certero de las necesidades políticas de cambio que exige la población,
ayudan al deterioro democrático del país. La decisión de algunas organizaciones
políticas en llamar la abstención en el actual proceso de elecciones
municipales es otro error de la misma camada del 2005, cuyas consecuencias
veremos más adelante.
La naturaleza democrática es un
principio inalienable en todos los que pretendan colocar su concurso para salir
pacíficamente del régimen militarista que desgobierna Venezuela. La concepción
de Democracia social, participativa y protagónica debe ser igualmente parte de
la doctrina de quienes hablamos y actuamos en nombre de los cambios. Las
Hegemonías son perversiones en todos los ámbitos donde se expresan, son
contrarias a la unidad nacional y a la búsqueda de acuerdos y consensos. En los
sectores democráticos no debe existir duda en ello. La Unidad somos los
ciudadanos y las organizaciones que nos damos. Entregar en una decisión contraria a las realidades
locales las alcaldías al gobierno, solo favorece la hegemonía militar
gubernamental.
El intento de imponer un sistema
político distinto a la naturaleza plural del venezolano concebida por una la izquierda borbónica, corrupta y oportunista
de visión militarista encuentra en el
centralismo opositor y sus equivocaciones un apéndice de sobrevivencia. Es
importante salvaguardar la democracia, el liderazgo nacional demócrata tiene
una deuda con el país y debe reivindicarse. Los venezolanos queremos y nos
anotamos en una salida pacífica, constitucional y electoral a la crisis de
hambre y miseria que padecemos.
@LeoMontilla
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