Articulo de Leonardo Montilla
Escritos y Opiniones
POLARIZACIÓN VS DESPOLARIZACIÓN
Leonardo Montilla
La Sociedad venezolana se encuentra
colocada en una espirar de decadencia colectiva. La confrontación y esa especie
de diáspora social que se promociono a través del discurso y la simbología
oficialista desde hace 15 años hasta la fecha, ha invertido los procesos de
desarrollo civilizatorio que un país como el nuestro, con gran cantidad de
fortalezas naturales y humanas siempre ha tenido a lo largo de la historia.
El acto político como manifestación
del quehacer humano fue concebido por la jerarquía oficialista vigente, eso que
el pueblo llama la cúpula militar cívico, como un acto de hemonia, de
usurpación y división. La permanencia en el poder de quienes nos gobiernan fue
fundamentalmente entendida desde los parámetros de la exclusión y la
confrontación absoluta en todos los ámbitos de la vida pública nacional;
generando un total estado de
polarización política, donde la probabilidad de encuentros estratégicos para el
bienestar ciudadano y la superación de
disimiles angustias que padecemos en Venezuela es casi imposible de imaginar.
Son muchas las aproximaciones que
desde las distintas perspectivas existentes en el pensamiento nacional intentan
comprender, explicar, evitar o justificar las acciones, grados, espacios en que
se expresa la presencia efectiva que caracteriza el actual proceso de
polarización, que a la par de convocar la adhesión, la confianza, la identificación
con tal o cual grupo, llama a despreciar, desconfiar y odiar al grupo contrario considerado
enemigo.
Desde la instalación en el poder en
1998 de Hugo Chávez la cultura de la polarización política se hizo un extremo;
todos los escenarios de disputa democrática fueron considerados como una
manifestación en la lucha por la hegemonía de todos los estratos de la nación.
Es ahí donde se produce la perdida de sentido común por disposiciones rígidas e
intolerantes que sustituye el dialogo, el debate de posiciones diversas por la
cohesión vertical que no acepta sino lo propio. En los actuales momentos el
gobierno de Nicolás Maduro fiel expresión de esa manera equivocada de ver la
vida pública, busca y mantener la polarización, la confrontación como único
instrumento de controlar sus adherentes o los pocos afectos que le quedan.
Equivocadamente sectores democráticos hacen de puente y caen igualmente en esa trampa polarizante que solo trae dividendos a
quien la provoca, en este caso al gobierno.
El país nacional al decir de los
entendidos y de acuerdo a distintos estudios de opinión está cansado y
obstinado de la confrontación de la polarización; personeros como el actual
presidente de la AN, así como dirigentes opositores de posturas radicales están
entre los más rechazados por la opinión pública nacional; los ciudadanos víctimas
de la mayor crisis ético, política y económica que recuerde la republica cada
vez más nos encontramos, sin importar nuestras posturas, en la lucha diaria por
la sobrevivencia; ahí en esa angustia diaria la despolarización está derrotando
los extremismos.
Para vencer al actual régimen militar
cívico, las fuerzas democráticas y de cambio deben salir al encuentro del país
que no cae en la trampa de la violencia. El MAS propone el encuentro de todos
los venezolanos, sin importar donde están ubicados, construir una nueva mayoría
que rescate las instituciones y que salve la patria de la hegemonía totalitaria
y corrupta.
@LeoMontilla
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