Articulo de Ernesto Aldana

EL ESTADO TRUJILLO: MAL, MUY  MAL
                                                                   Ernesto Aldana

El pésimo gobierno de Nicolás Maduro incide directamente sobre la gris gestión del gobernador Rangel Silva, quien imita a sus galácticos líderes en el plano de la comunicación social con la finalidad de mantener el ritmo de mentiras y ofrecimientos a futuro, que le permitan permear su pretendido estilo popular, mientras el ejercicio gubernamental padece de resultados concretos, con el agravante ordenado desde Miraflores, de utilizar el presupuesto ordinario y extraordinario para fortalecer el aparato político-electoral, con miras a las elecciones parlamentarias que se llevarán a cabo el próximo año.
Durante quince años, con presupuestos multimillonarios, y el control de los poderes públicos, la mal llamada revolución no pudo ofrecernos una perspectiva de desarrollo regional, acorde con nuestras necesidades; ni siquiera  mantienen viva la lucha contra la pobreza y la corrupción, bandera originaria del plan de la patria, que los desbordó, hasta el punto de convertirnos en un estado maula, precedido por un gobernante con severas acusaciones desde el punto de vista ético-moral.   
 Trujillo, nuestra patria chica, convertida en una protesta cotidiana, desde cualquiera de los veinte municipios, producto de malos servicios públicos, incremento de la inseguridad, revestidos de la angustia de no tener como adquirir la adecuada alimentación, los necesarios medicamentos, las obligatorias obras públicas ofrecidas en cada campaña electoral, reclama, sin duda, un cambio de rumbo.
Rangel Silva, el actual gobernador, es más malo que el anterior y que el anterior, con la diferencia que moldea sus relaciones sociales, para mostrar amplitud y cordialidad, intentando esconder su carácter represivo, adquirido en los cargos anteriores, no sólo por su condición de militar, además por los interés que representa en el estamento al cual pertenece, materializado en resolver problemas personales y de grupo, mientras el colectivo, se apresura al abismo.
Un gobierno paralitico como el de Rangel Silva, requiere una lección de civismo y arrojo que nos permita derrotar, eso que los sociólogos llaman la anomia, la cual ha provocado un espeso silencio, más allá de la valentía estudiantil, las quejas de los maestros , las barricadas de los vecinos, entre otras pinceladas contrarias a la dictadura legalizada.
Desde la trinchera democrática del  MAS, propongo organizar la protesta para viabilizar los resultados que se traduzcan en beneficios directos para los trujillanos. Si el gobierno no atendiere  los reclamos de la gente, debemos acrecentar la pelea desde las organizaciones vecinales, partidos políticos y cualquier otro movimiento destinado a recuperar nuestro estado.
   Por supuesto, los primeros invitados a esta jornada constitucional deben ser quienes creyeron en este bodrio conocido como socialismo del siglo XXI, los cuales fueron engañados y burlados en sus aspiraciones y deambulan por la gobernación, alcaldías rojitas, organismos nacionales, entre otros, quienes le dicen que chavez está vivo, mientras disfrutan de grandes sueldos y exquisitos beneficios.
Ernesto Aldana

Sec.Gral del MAS- Edo Trujillo 

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