La crisis y el Tiempo 04/09/2014


Escritos y opiniones.
La crisis y el tiempo
                                     Leonardo A Montilla
Venezuela, la que todos queremos y aquella por la cual hemos siempre trabajado se encuentra en una enorme crisis política, económica y social que cada vez se complica más de la mano del oficialismo existente.
La escases, producto de erráticas políticas económicas que tuvieron en la expropiación del aparato productivo su mayor punto de consolidación, el control de cambio, la improvisación y clientelismo con el cual el gobierno ha manejado la industria petrolera, la falta de reglas claras en materia de inversión, el acrecentamiento  de las mafias controladoras de la vertiente comercial e industrial dependiente del Estado y ahora el endeudamiento indiscriminado que ante los tentáculos chinos se adquiere inmoralmente, están haciendo casi insostenible la patética situación de inflación galopante y de desasosiego ciudadano que vive la república.
Aunado a este cuadro de ambigüedad económica, se une la confrontación política y la incapacidad de sectores del gobierno nacional, que buscan  ampliar el marco de la polarización  del país como único escenario conveniente para su permanencia en el poder. Estrategia esta cuya peligrosidad desde el punto de vista de la conflictividad social pareciera no importarle a la cúpula militar- cívico que se ha enquistado en las instituciones del estado y desde donde no dan respuesta a las exigencias populares que cada día son mayores y más dramáticas.
Corrupción e ineficiencia muestra el gobierno de Maduro al entrar el mes de Septiembre, protestas e inconformidad  se expresan desde las propias bases chavistas que lo único que reciben son discursos de que son los que mandan y sienten que no pueden ni solventar el sustento diario, todos los días vemos en los sectores populares de Venezuela, las protestas contra la inseguridad, la falta de servicios dignos, agua, luz, escases. Hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos que ante la constante pérdida de su calidad de vida y la desesperanza que manifiesta la ingobernabilidad, salen a reclamar anidando segundo a segundo una inmensa carga de insatisfacción social de consecuencias impredecibles para la república.
Ante esta dinámica social, el gobierno, preso de los factores de poder que lo conforman, anuncia el llamado sacudón, el cual en cadena de radio y televisión constituyo una bofetada más al país y a sus ciudadanos. Unas estrategias tararearas en el fatídico discurso del comunismo del derroche como se le pudiera llamar a esta tragicomedia de régimen, donde vuelve a relucir el “más poder pal pueblo” y el pueblo sin opción, continua el control de cambio, factor evidente del fracaso económico de los socialistas, nada del tema de la gasolina, nada del tema de las miles de empresas expropiadas y arruinadas, un cambio de ministros que enroca unos para acá y otros para allá, algún pase de factura interno y listo. Maduro demuestra una vez más incapacidad para manejar la crisis. La Patria reclama unidad, tiempos del avance de las fuerzas de cambio, encuentro; el compromiso de ganar las elecciones parlamentarias del año que viene y darnos un poder legislativo que desmonte este tinglado de falacias es una necesidad obligante. La Constitución marca la ruta para todos los venezolanos.
@LeoMontilla





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