De Karla Dunn...Un Texto para la reflexión
y el optimismo
De tanto perder aprendí a ganar; de
tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso que sólo
miro el cielo. Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que
mañana subiré. Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo
misma. Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber
que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a
esperar a que me pidan ayuda. Traté siempre de que todo fuese perfecto y
comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).
Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que
quieran. Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y
apreciar el recorrido. Aprendí que nada en esta vida es seguro, solo la
muerte... por eso disfruto el momento y lo que tengo. Aprendí que nadie me
pertenece, y que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar,…
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